sábado, 18 de junio de 2016

Experiencia del principio de la segunda fase con Nara

"Hasta ahora, Nara era una ilusión. La ilusión de poder independizarme, irme a vivir a donde me salga el trabajo que más me interese, sin importar qué familiar o amigo de confianza vive allí para poder tener algún apoyo. Eso es algo que hasta hace unos meses que conocí los proyectos de Canem ni siquiera entraba en mi esquema. Y me lancé sin dudarlo.

Entonces, después de una espera que se hace un poco larga, ella llega a casa. Y pasa de ser un perro de asistencia que te va a cuidar (todo muy objetivo) a ser “mi bichito”, “la rubia”, “sinvergüenza”, “bonita”, “NARANJA”, “fierecilla”… Empezar a ver sus reacciones, miradas, su forma de ladrar o cómo anda… Ella es un mundo. Me doy cuenta de que me está poniendo a prueba para ver de qué pie cojeo… Toda una listilla.

Esto es el principio de la fase 2 y está siendo un proceso muy bonito. En mi cabeza he imaginado cómo serían estas semanas muchas veces, la realidad está siendo mucho mejor. Ella me está conociendo a mí y yo a ella. Y por el camino, entre juegos, siestas, ejercicios y algún que otro cabreo (porque la tía es que sabe que es la reina de la casa y lo explota) pues bien, entre medias de todo eso yo estoy viviendo de primera mano eso a lo que Lidia y Paco llaman “vínculo”, algo que va mucho más allá que el hecho de que simplemente me siga a todas partes. Y ya mi Narica es mucho más que mi futura enfermera peluda, me tiene conquistada. 

Ale señores, a seguir dándole al clicker con las mozas."

Ester
Proyecto Ester y Nara, 1ª promoción 2016

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